Uno de los brazos de Fazenda son los G.E.V. (Grupos de Esperanza Viva) que son los primeros en formarse antes de que se abra una comunidad en ese lugar. En estos grupos, se acompañan a los que quieren ingresar, a los que ya hicieron su “caminata”. Se trabaja mucho con las familias, ya que ellas son las que se enferman junto con las personas que sufren la adicción. Estamos en Mendoza desde el año 2010, a lo largo de estos 12 años han ingresado a la Fazenda unas 150 personas (134 varones y 16 mujeres). La permanencia en una Fazenda es de un año para favorecer el mayor fortalecimiento para el camino de sobriedad. Aproximadamente el 50% ha logrado finalizar su año de internación.
Inicialmente éramos 5 matrimonios que viendo el resultado en el hijo de uno de los matrimonios quisimos ayudar en una problemática que iba en crecimiento y no se conocían alternativas más allá de los neuropsiquiátricos.
Actualmente tenemos las dos reuniones una presencial y otra virtual para favorecer la participación de personas que por la distancia, inclusive de otras provincias, no pueden asistir en forma física.
Al grupo GEV se han sumado personas recuperadas y familiares de las mismas que se han “enamorado” del carisma de Fazenda, además hemos concurridos a varios colegios (confesionales y laicos), parroquias y otras instituciones para dar distintos talleres, para docentes, alumnos, jóvenes, etc., finalizando siempre con el testimonio de una o dos personas que han sufrido la adicción y han caminado por Fazenda.
Actualmente estamos visitando las distintas parroquias, para dar a conocer la obra, ya que si bien se ha ido difundiendo por el boca a boca, ante el crecimiento del consumo de drogas y la falta de conocimiento de alternativas, las personas con adicción y los familiares van perdiendo la esperanza y creciendo en la desazón enferman aún más a las familias, así se están por abrir un GEV en Luján, y otro en Las Heras.
El carisma de Fazenda está vinculado a los Focolares por la vivencia de la Palabra, y al Franciscano porque fundadores vivían éste carisma.
La recuperación en Fazenda se trabaja sobre tres pilares ESPIRITUALIDAD (vivencia diaria de la palabra), TRABAJO y CONVIVENCIA. No hay ni psicólogos, ni psiquiatras y no se trabaja con medicación.
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